lunes, 3 de enero de 2011

La flauta mágica

Experimentó una gran satisfacción por el éxito público de algunos de sus trabajos, destacando La flauta mágica (representada en numerosas ocasiones en el corto período entre su estreno y la muerte del compositor)[67] y la Pequeña cantata masónica KV 623, estrenada el 15 de noviembre de 1791.[68]
En marzo de 1791, Mozart ofreció en Viena uno de sus últimos conciertos públicos; tocó el concierto para piano y orquesta KV 595. Su último hijo, Franz Xaver, nació el 26 de julio

 

La situación financiera de Mozart

La situación financiera de Mozart, una fuente de ansiedad extrema en 1790, finalmente comenzó a mejorar, ya que, aunque las evidencias no sean concluyentes[66] aparecieron patrocinadores ricos en Hungría y Ámsterdam prometiendo anualidades a Mozart a cambio de composiciones ocasionales. Probablemente también se benefició de la venta de música de baile compuesta en su papel como compositor de cámara imperial.[66] Mozart no volvió a pedir dinero prestado a Puchberg y empezó a hacer frente al pago de sus deudas

 

El último año de vida de Mozart

El último año de vida de Mozart, 1791, fue, hasta su enfermedad final, un tiempo de gran productividad y, en cierto sentido, un tiempo de recuperación personal.[65] Realizó numerosas composiciones, incluyendo algunos de sus trabajos más admirados: la ópera La flauta mágica (Die Zauberflöte, KV 620), el último concierto para piano y orquesta (n.º 27 en si bemol mayor, KV 595), el Concierto para clarinete en la mayor KV 622, el último de su gran serie de quintetos de cuerda (KV 614 en mi bemol mayor), el motete Ave verum corpus KV 618 y el inacabado Réquiem en re menor KV 626.